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Descubre el territorio

Como se suele decir, 'las piedras hablan', y en L’Hospitalet de l'Infant i la Vall de Llors los restos de los núcleos deshabitados y de las masías, que fueron abandonados a mediados del siglo XX, dejan testimonio de una vida rural, consagrada al campo, en la que existían oficios hoy en día desaparecidos o en vías de extinción.

Este es el caso de Castelló, ubicado bajo las peñas de los Dedalts, que revive con la representación del belén viviente Pessebre dels Estels en Navidad y con la celebración de la Rústic Festa (fiesta rústica) en agosto; de Fatxes, situado bajo el collado de Fatxes y abierto entre la sierra de Montalt y la muela de Genessies, que captó hace unos años el interés de Masayuki Irie, arquitecto con un departamento propio en la Universidad Waseda de Tokio, que rehabilitó dos casas en la villa y ganó con la obra el premio japonés de arquitectura Togo Murano; de Remullà, al norte de Vandellòs, donde actualmente entre las antiguas casas hay un refugio deportivo; y de Gavadà, que conserva los restos de una torre circular medieval. Todos estos pueblos, a excepción de Fatxes, celebran su fiesta mayor: Castelló, por Santa Llúcia; Remullà, por Sant Miquel; y Gavadà, por Santa Quitèria.

En cuanto a las masías, está la de Genessies, donde se encuentra una torre de defensa del siglo XVI, adosada al edificio de la masía y actualmente muy desfigurada; y Mas Valentí, situado en el oeste de Vandellòs.